VIVIR CON EM . ES DIFÍCIL PERO NO TIENE QUE SER UN ESTIGMA ...
Vivir con EM
1. Introducción
2. Reacciones y modificaciones psicológicas por la enfermedad
• El momento del diagnóstico
• Movilización de los recursos personales: adaptación y control de la EM
• La relación médico-paciente
3. A propósito del control de la enfermedad
Recursos individuales
Recursos sociales
Técnicas de relajación
4. Trastornos cognitivos y afectivos
5. La familia
- La reacción de la familia:
Modalidades destructivas
Modalidades constructivas
- La comunicación con la pareja
- La comunicación con los niños
6. Discapacidades y ayudas
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1. Introducción_______________________________________________________
Todo individuo afectado por la EM debe recorrer, frecuentemente junto a su familia, un camino
difícil, sembrado de numerosos obstáculos. La respuesta a cada una de estas contrariedades
será, sin duda, individual. Sin embargo existen puntos de contacto que ponen en común cada
historia con muchas otras.
El objetivo que nos plantemos es el de proporcionar información y sugerir estrategias que
ayuden a alcanzar una convivencia con la enfermedad lo más serena y equilibrada posible.
2. Reacciones y modificaciones psicológicas por la enfermedad__________________
Las personas afectadas por la EM afrontan el episodio de la enfermedad en un momento de la
vida que muchas veces coincide con el período en el que se formulan los proyectos para el
propio futuro.
En la mayoría de los casos, han vivido su infancia y adolescencia en condiciones de normalidad,
así que la enfermedad exige al sujeto la capacidad de adoptar nuevas estrategias de
adaptación mediante un proceso de transformación continua y de flexibilidad
permanente ante nuevas modificaciones en el curso de la enfermedad.
Los problemas psicológicos de las personas con EM no dependen sólo de los síntomas clínicos,
sino también de la inseguridad del pronóstico.
No obstante, todos tenemos capacidad para sobrevivir a las situaciones más duras; se
trata de aprender a responder a las adversidades para atenuar sus efectos. Para llevar a cabo
este aprendizaje, puede ser de gran ayuda la orientación del psicólogo.
• El momento del diagnóstico
Con frecuencia, los síntomas son poco claros y de difícil valoración e interpretación clínica. La
confirmación del diagnóstico puede llevar un tiempo. Desde fuera, las personas pueden pensar
que el sujeto está angustiado o depresivo y que tiende a amplificar los síntomas.
La mayor parte de los individuos describen la primera fase de la enfermedad como un período de
gran confusión, incomprensión y falta tanto de información como de indicaciones exactas sobre
las que poder programar el propio futuro. Normalmente, el diagnóstico provoca emociones tan
intensas (miedo, dolor, agresividad, shock) que es difícil controlarlas; por tanto, la forma de
comunicación del diagnóstico resulta crucial en la vida del sujeto.
• Movilización de los recursos personales: adaptación y control de la EM
En primer lugar, la persona con su estructura física y su personalidad constituye la variable más
importante en la determinación de las reacciones frente a la enfermedad. Por otra parte, la
familia desempeña -sin duda- un papel fundamental.
Ante todo, la enfermedad se configura como una amenaza que pone en peligro tanto la
identidad psicofísica de la persona como su vida de relación. Esta percepción puede poner en
marcha mecanismos, como la agresividad, ante un obstáculo insuperable. En otros casos,
predomina la regresión, es decir, la vuelta a formas de comportamiento y de reacción típicas de
períodos evolutivos precedentes (por ejemplo, egocentrismo, negación de la situación patológica,
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proyección –equivale a atribuir los propios sentimientos, como la ira, a los demás-), ocasionando
inactividad, aislamiento social, límite confuso entre realidad e irrealidad... etc.
Si no son profundos y duraderos, estos mecanismos son normales; de hecho son modalidades
que se ponen en marcha como estrategias transitorias ante una situación de adaptación más
estable.
La enfermedad también genera reacciones constructivas como, por ejemplo, utilizar
la agresividad para oponerse a la EM y seguir viviendo lo mejor posible, a pesar de
todo. Pero cuando ni siquiera esta estrategia es posible y la enfermedad impone cambios en la
propia vida, la única actitud constructiva consiste en la búsqueda de objetivos alternativos a los
establecidos antes de la aparición de ésta.
Muchos autores han observado las siguientes fases en el desarrollo de la comprensión y
aceptación completa de la EM:
1. Aceptación de sí mismo, el propio sujeto logra aceptar la realidad de la EM, superando la
actitud defensiva de pensar “no tengo la enfermedad, se han equivocado”.
2. Aceptación de los otros, la persona con EM también admite progresivamente que los
demás necesitan información para poder responder mejor a la nueva situación.
3. Adaptación, la persona con EM no trata de cambiar las circunstancias, sino que se
adapta.
• La relación médico-paciente
Esta relación médico-paciente no sólo contiene elementos técnicos sino también profundos
aspectos psicológicos.
Es fundamental sentir confianza en el médico; si no es así, la relación no será del todo
buena. Es preciso recordar también que el médico es humano (no es omnipotente) y tiene
interés en que las cosas vayan bien, así que la consulta resultará más productiva si obtiene la
mayor cantidad de información posible para ofrecer una ayuda concreta dentro de un clima de
respeto mutuo.
Una actitud abierta, dispuesta, y no demasiado protectora del médico hará la relación más
funcional para ambos.
3. A propósito del control de la enfermedad_________________________________
Aprender a gestionar las dificultades no es siempre sencillo. Los recursos son los instrumentos
de que disponemos y en los que podemos confiar. Disponemos de recursos individuales
(capacidad de control emocional del estrés, capacidad de resolución de los problemas) y sociales
(familia, amigos, organizaciones públicas y privadas de ayuda).
> RECURSOS INDIVIDUALES
Nuestros valores, aquello en lo que creemos, establecen los fines y los objetivos de nuestra vida
y dirigen nuestras acciones, pero a veces aparecen múltiples obstáculos que interfieren e
impiden la consecución inmediata de nuestros objetivos. Estas situaciones de frustración dan
origen al estrés.
Estrés y correlaciones fisiológicas
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En realidad, el estrés es una respuesta inespecífica del cuerpo a cualquier demanda ambiental.
Una cantidad determinada de estrés refuerza y estimula el cambio.
El estrés está presente en todas las fases de adaptación a la enfermedad; su efecto sobre el
proceso de desmielinización no está claro, aunque es posible que factores estresantes puedan
influir sobre las defensas inmunitarias. Por ello es esencial desarrollar buenas estrategias de
control del estrés que ayuden a comunicar las propias necesidades, como las que detallamos a
continuación:
1. Haga una lista de situaciones que, desde su punto de vista, podrían hacer que se
encuentre mejor psicológicamente y oblíguese a cumplir al menos una parte de éstas.
2. Establezca una estrategia para contribuir activamente a la vida social y trate de ponerla
en marcha.
3. El hecho de pedir la ayuda de un especialista no significa automáticamente estar
“enfermo” sino sólo que quiere resolver lo antes posible una situación molesta.
4. Aprenda a decir no a ciertas peticiones de modo que no se perjudique a sí mismo.
5. Haga una lista de personas en las que puede confiar y diríjase a ellas cuando tenga
sentimientos de desesperación y precise ser escuchado.
6. Impóngase una vida disciplinada y lo más tranquila posible; este es un excelente punto
de partida para mantenerse sano y físicamente en forma.
7. Cree intereses fuera de la familia de forma que no permanezca siempre en casa.
8. Tome la iniciativa en las situaciones que le impliquen en primera persona, tratando de no
soportar pasivamente la de los demás.
9. Establézcase objetivos y haga proyectos para el futuro.
Los principales episodios estresantes provocados por la EM podrían beneficiarse del
asesoramiento de un profesional de la psicología.
Capacidad para resolver problemas
Los posibles fracasos al hacer frente a los problemas no deben desalentarnos, puesto que la
capacidad de resolverlos es un proceso que se desarrolla gradualmente mediante una conducta
activa, racional y perseverante. La adopción de una conducta pasiva, esperando que los
problemas se resuelvan por sí solos o desaparezcan, limita la posibilidad de encontrar
alternativas más útiles.
A continuación se indican algunas estrategias para la resolución de problemas que se pueden
sumar a las estrategias personales que desarrolla cada uno.
1. Ante todo, aclarar en qué consiste realmente el problema.
2. Idear posibles soluciones, aún incluso las más fantásticas. La elaboración de alternativas
adicionales permite ampliar el abanico de posibles soluciones.
3. Valorar y elegir la solución que se considere mejor.
4. Poner en práctica la solución elegida.
5. Recriminar a posteriori las decisiones tomadas no sirve de nada; incluso los errores
pueden ayudarnos a crecer.
> RECURSOS SOCIALES
Sin duda, la ayuda social primaria es la familia y las personas que viven en contracto más
estrecho con nosotros. Para desarrollar al máximo este recurso es utilizar el estilo de
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comunicación más eficaz y conforme con la propia personalidad, respetando, en todo caso,
algunas reglas generales.
a. Respetar el concepto de reciprocidad. Significa intercambio mutuo: dar y recibir. Para ser
escuchados es necesario aprender también a escuchar a los demás.
b. Utilizar mensajes constructivos. Hay dos modos de comunicación: constructivo (ej.:
“Estoy luchando con muchos sentimientos que quiero compartir contigo. El hecho es que
realmente me siento poco atractiva desde que estoy enferma. Tengo miedo de perder tu
afecto y tu estima”) y destructivo (ej.: “Después de la enfermedad ya no me encuentras
atractiva”).
c. Preguntarse siempre “si este mensaje me fuera dirigido a mí, ¿construiría o rompería la
comunicación?”.
d. Manifestar claramente las necesidades propias.
e. Evitar atribuir a los demás la responsabilidad de los propios problemas.
> TÉCNICAS DE RELAJACIÓN
La complejidad de la vida social hace que, con frecuencia, el sujeto no se encuentre en
condiciones de experimentar conflictos emocionales. Cuando el estrés es muy intenso o dura
mucho tiempo, entramos en un estado de pánico que bloquea cualquier tipo de reacción y
respuesta adecuada; es entonces cuando la relajación puede convertirse en un instrumento útil
para mejorar la comunicación con el mundo exterior, controlar el estrés y conseguir el bienestar
psicofísico.
4. Trastornos cognitivos y afectivos_______________________________________
En la EM pueden aparecer trastornos de este tipo, relacionados tanto con factores orgánicos
como psicológicos. En muchos casos, estos trastornos son los que crean más ansiedad y
malestar en los individuos con EM.
Se entienden por funciones cognitivas las funciones cerebrales de orden superior (memoria,
razonamiento, aprendizaje, etc.).
Los aspectos afectivos son los procesos del ser humano implicados en la relación del individuo
consigo mismo y con los demás (emotividad, personalidad, relaciones y habilidades sociales,
etc.).
٭ TRASTORNOS COGNITIVOS
Los procesos cognitivos son los que se desarrollan a nivel cerebral y permiten la comunicación
con el mundo exterior. Las actividades cerebrales superiores posibilitan los procesos del
pensamiento y todo lo que puede referirse a la capacidad de comunicación: analizar a través de
los diversos canales sensitivos los mensajes procedentes del mundo exterior, descodificarlos,
interpretarlos y responder.
Los problemas cognitivos son difíciles de predecir y se pueden dar incluso en personas
recién diagnosticadas e independientemente de la severidad o el tipo de EM que se padezca.
Las funciones que pueden resultar afectadas principalmente por la EM son:
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● La función mnésica (memoria): Es la función cognitiva que se ve afectada con más
frecuencia y se refiere a la capacidad de recordar episodios o situaciones recientes. Los estudios
realizados por varios investigadores indican que algunos sujetos con EM son capaces de
“almacenar” información adecuadamente pero tienen dificultad para recuperarla posteriormente,
sobre todo aquélla que debe recordarse espontáneamente, sin sugerencia.
● Atención, concentración y velocidad del proceso de información: Diversos estudios han
demostrado que en algunos sujetos con EM, esta capacidad puede estar reducida. Con
frecuencia, estas personas se quejan de una sensación de pensamiento “lento” y de “perder el
hilo” de lo que están haciendo si son interrumpidos.
● Algunas veces el razonamiento abstracto y la capacidad para resolver problemas
complejos también resultan deficitarios. Estas capacidades incluyen la de analizar una situación,
identificar los puntos destacados, planificar las acciones de respuesta y realizarlas.
● La fluidez verbal es otra función cognitiva que puede estar afectada por la EM. Una de
sus manifestaciones es el fenómeno de la palabra que se queda “en la punta de la lengua”.
Cuando estos fallos afectan a la persona con EM, muy frecuentemente es preciso
desarrollar estrategias compensatorias que permitan manejar los cambios y
continuar con la vida de una forma más efectiva.
Ideas que pueden ayudar para afrontar los problemas cognitivos:
- Hable del tema con alguien de confianza o con el médico cuando note que se están
produciendo cambios cognitivos.
- Explique su dificultad a la gente, reconozca sus límites y, si es necesario, pida ayuda.
- Utilice todos sus recursos, sus puntos fuertes y desarrolle sus propias técnicas de
autoayuda.
- No divida su atención.
- Planifíquese, organícese y marque su propio ritmo.
- Use herramientas como agendas, calendarios, cuadernos...
- Relájese, tenga sentido del humor y crea en sí mismo.
٭ TRASTORNOS AFECTIVOS
Este tipo de trastornos están representados principalmente por:
1. La depresión : es el cuadro psicopatológico más frecuente en la EM (35% de los
afectados por EM aproximadamente). No resulta fácil establecer la relación recíproca entre
depresión y EM, ya que existen muchas interpretaciones (que es una reacción a la enfermedad,
que está presente antes del diagnóstico, que tiene origen biológico...etc).
Las personas con EM pueden disponer de recursos psicológicos adecuados con los que
contrarrestar la depresión, aunque a veces el apoyo psicológico resulta de gran ayuda.
2. El estado eufórico (alegría aparentemente inmotivada): se manifiesta en menos del
15% de los afectados y está caracterizada por un estado de ánimo especialmente alegre, con
pensamiento acelerado y desinhibido, hiperactividad mímico-gesticulante, ofreciendo una
representación de alegría inmotivada, de excitación motora, con tendencia a ignorar la gravedad
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de los trastornos. Otra alteración de la afectividad que se puede presentar son los denominados
“risa y llanto espásticos”, caracterizados por accesos espontáneos de risa y llanto que no reflejan
necesariamente el humor de la persona en ese momento.
3. La ansiedad : aparece en muchas ocasiones en que las dificultades de la vida cotidiana
del paciente manifiestan un empeoramiento de la enfermedad, aunque sea leve, creando una
reacción ansiosa ante el temor de una evolución incierta.
Desde el punto de vista terapéutico, los trastornos afectivos pueden tratarse de dos
formas, con mucha frecuencia asociadas: psicoterapia y tratamiento farmacológico.
5. La familia_________________________________________________________
- La reacción de la familia
Una enfermedad crónica, como la EM, provoca inevitablemente modificaciones
causadas por los posibles cambios de los papeles familiares.
La persona con EM que antes de la enfermedad desarrollaba un papel activo se identifica en
ocasiones únicamente como el familiar enfermo. Este cambio de papel exige necesariamente una
adaptación por parte de todos los demás componentes de la familia (ej.: las tareas desarrolladas
previamente por el sujeto con EM deben ser realizadas por otro) poniendo en peligro la
estabilidad emocional y de relaciones de la familia.
En líneas generales, podemos identificar algunas formas de reacción de la familia frente a la
enfermedad. Algunas son de carácter destructivo y otras son constructivas.
MODALIDADES DESTRUCTIVAS
► Rechazo y agresividad- La familia no logra soportar el peso de la enfermedad que se
considera como un peligro para su integridad y supervivencia: por ello tiende a expulsar o
rechazar al sujeto enfermo “poniéndolo a un lado”. Es una respuesta provocada por miedo a
enfrentarse con la enfermedad y la ansiedad que ésta provoca.
► Reacciones regresivas de cierre y de aislamiento social del núcleo familiar- Cuando se habla
de regresión se entiende una forma de respuesta a las situaciones típica de períodos evolutivos
precedentes. En el caso de que toda la familia adopte esta modalidad de reacción se observa un
aislamiento progresivo de la realidad y del mundo circundante. Se suele dar en familias muy
unidas.
► Reacciones regresivas que consisten en poner al enfermo en una situación de dependencia-
La respuesta del núcleo familiar a esta situación puede ser equilibrada o excesiva. En el primer
caso, los familiares intervienen en ayuda del sujeto cuando es estrictamente necesario; en el
segundo, tienden a manifestar una actitud hiperprotectora, limitando o anulando la
independencia psicológica del sujeto, al que no se le ofrece ya la ocasión de asumir funciones de
responsabilidad. A veces, esta reacción de hiperprotección de los familiares puede verse
favorecida por la propia conducta del sujeto.
MODALIDADES CONSTRUCTIVAS
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En estos casos, la familia consigue medir su ayuda, sostener, sin invadir, las emociones del
familiar, sin obligarle a adoptar un papel de dependencia o exigirle prestaciones superiores a sus
posibilidades.
En general, estas modalidades de reacción se ven favorecidas en los contextos familiares en los
que no existen conflictos en las relaciones anteriores a la enfermedad.
Una buena actitud de la familia facilita al sujeto la recuperación de su autonomía.
- Comunicación con la pareja
Los aspectos relacionados con la insatisfacción en la relación con la otra parte se refieren
muchas veces a los estilos de comunicación y a los papeles asignados en la pareja. Tanto si el
modelo utilizado es el “simétrico” (posibilidad de intercambio de los papeles) o bien
“complementario”, basado en las expectativas tradicionales de los papeles masculino-femenino,
la EM puede influir en la relación de pareja.
El compañero muchas veces se vuelve hiperprotector hacia el miembro enfermo. El
desconocimiento concreto de las expectativas, las necesidades, las emociones de la otra parte en
relación con la enfermedad y de las trasformaciones consiguientes conlleva la evitación de una
comunicación franca y honesta, desplazando el problema verdadero hacia falsas recriminaciones,
quizá adormecidas desde hace años.
Será positivo que la comunicación se base en algunas reglas fundamentales:
- Utilizar mensajes constructivos
- Respetar la individualidad del compañero, reconociéndole el derecho a tener
sentimientos , emociones, necesidades y expectativas propios. Esto significa
utilizar una escucha activa, que ofrece la posibilidad a ambos miembros de la
pareja de comunicarse y expresarse sin inhibiciones.
La EM puede afectar a la función sexual tanto de los hombres como de las mujeres, tanto por
mecanismos de naturaleza psicológica como mediante la lesión orgánica causada por las placas.
Como los demás síntomas, los trastornos sexuales pueden manifestarse y luego desaparecer.
Hablar abiertamente de los propios problemas sexuales y trabajar juntos para encontrar otras
formas de dar y recibir placer permite a muchas parejas disfrutar de una vida sexual
satisfactoria.
- Comunicación con los niños
También los niños muy pequeños perciben las modificaciones físicas y psicológicas de sus
padres. Notan con mucha perspicacia las preocupaciones de los padres aun cuando luego no
manifiesten abiertamente la ansiedad que esto les provoca. Algunas veces, los niños creen ser la
causa del malestar de los padres, o bien no quieren agravar el clima familiar, ya tan tenso, con
sus dificultades y temores. Por estas razones es necesario animarles a manifestar lo que
sienten; esta medida también ofrece la posibilidad de aclarar algunos aspectos de la
enfermedad que, de otro modo, serían mal entendidos y mal interpretados.
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El hecho de evitar hablar de la EM a los niños puede darles la idea de que es una enfermedad
tan terrible que no se puede hablar de ella. Devolver la fe y la serenidad a los propios hijos
puede evitar, en el plano afectivo, conductas mucho más problemáticas.
6. Discapacidades y ayudas_____________________________________________
La EM puede provocar una incapacidad de magnitud variable en cada caso. Con este término se
entiende la imposibilidad o la dificultad por parte del sujeto afectado para realizar tareas que
desempeñaba anteriormente sin ningún problema.
Cuando el trastorno es leve, pueden utilizarse los mismos objetivos empleando distintas
estrategias o recursos (como establecer pausas de descanso al realizar una labor). Cuando la
dificultad es mayor es preciso el uso de ayudas técnicas, es decir, objetos que tienen la misión
de facilitar a la persona algunas actividades que, de lo contrario, no estaría en condiciones de
realizar o que desarrollaría con dificultades.
Con frecuencia, los motivos que justifican la falta de uso de este tipo de ayudas son
exclusivamente prácticos (incomodidad, escasa adaptación a las exigencias del enfermo) pero en
realidad, ocultan otras mucho más profundas: la falta de aceptación de la enfermedad por parte
de la persona afectada o de sus familiares, el temor a ser el centro de atención, de ser juzgados
negativamente o incluso ser objeto de comentarios. Estos casos requieren una profundización
personal, realizada quizá con ayuda de un psicólogo.
¿QUÉ SIGNIFICA EL TÉRMINO “SABER VIVIR CON EM”?
Cada persona le da un significado distinto a esta pregunta. A continuación damos
algunos consejos generales:
- Hay que cuidarse (comer bien, practicar ejercicio y procurar descansar lo
suficiente).
- Se debe controlar el bienestar emocional; buscar personas con quien hablar,
compartir sentimientos y que puedan ofrecer soporte, puede resultar de gran
ayuda.
- La EM es individual; algunas personas consideran de mucha ayuda hacer un
diario y anotar lo que les pasa y cuándo pasa.
- Hay que vivir el “día a día”; la EM es incierta en cuanto a la evolución, por ello
es mejor concentrar los esfuerzos en el día de hoy y no pensar en problemas
que puedan surgir al día siguiente.
- Un principio interesante para la buena comunicación es: “las necesidades no
se adivinan; se informan, se dicen claramente”.
- Es aconsejable examinar prioridades personales e intentar incorporar la EM en
la visión del mundo, de acuerdo con los propios valores.
*Se recomienda acudir a las organizaciones de EM para conseguir información, referencias y
soporte, además de beneficiarse de su oferta de servicios a disposición de las personas con EM
1. Introducción
2. Reacciones y modificaciones psicológicas por la enfermedad
• El momento del diagnóstico
• Movilización de los recursos personales: adaptación y control de la EM
• La relación médico-paciente
3. A propósito del control de la enfermedad
Recursos individuales
Recursos sociales
Técnicas de relajación
4. Trastornos cognitivos y afectivos
5. La familia
- La reacción de la familia:
Modalidades destructivas
Modalidades constructivas
- La comunicación con la pareja
- La comunicación con los niños
6. Discapacidades y ayudas
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1. Introducción_______________________________________________________
Todo individuo afectado por la EM debe recorrer, frecuentemente junto a su familia, un camino
difícil, sembrado de numerosos obstáculos. La respuesta a cada una de estas contrariedades
será, sin duda, individual. Sin embargo existen puntos de contacto que ponen en común cada
historia con muchas otras.
El objetivo que nos plantemos es el de proporcionar información y sugerir estrategias que
ayuden a alcanzar una convivencia con la enfermedad lo más serena y equilibrada posible.
2. Reacciones y modificaciones psicológicas por la enfermedad__________________
Las personas afectadas por la EM afrontan el episodio de la enfermedad en un momento de la
vida que muchas veces coincide con el período en el que se formulan los proyectos para el
propio futuro.
En la mayoría de los casos, han vivido su infancia y adolescencia en condiciones de normalidad,
así que la enfermedad exige al sujeto la capacidad de adoptar nuevas estrategias de
adaptación mediante un proceso de transformación continua y de flexibilidad
permanente ante nuevas modificaciones en el curso de la enfermedad.
Los problemas psicológicos de las personas con EM no dependen sólo de los síntomas clínicos,
sino también de la inseguridad del pronóstico.
No obstante, todos tenemos capacidad para sobrevivir a las situaciones más duras; se
trata de aprender a responder a las adversidades para atenuar sus efectos. Para llevar a cabo
este aprendizaje, puede ser de gran ayuda la orientación del psicólogo.
• El momento del diagnóstico
Con frecuencia, los síntomas son poco claros y de difícil valoración e interpretación clínica. La
confirmación del diagnóstico puede llevar un tiempo. Desde fuera, las personas pueden pensar
que el sujeto está angustiado o depresivo y que tiende a amplificar los síntomas.
La mayor parte de los individuos describen la primera fase de la enfermedad como un período de
gran confusión, incomprensión y falta tanto de información como de indicaciones exactas sobre
las que poder programar el propio futuro. Normalmente, el diagnóstico provoca emociones tan
intensas (miedo, dolor, agresividad, shock) que es difícil controlarlas; por tanto, la forma de
comunicación del diagnóstico resulta crucial en la vida del sujeto.
• Movilización de los recursos personales: adaptación y control de la EM
En primer lugar, la persona con su estructura física y su personalidad constituye la variable más
importante en la determinación de las reacciones frente a la enfermedad. Por otra parte, la
familia desempeña -sin duda- un papel fundamental.
Ante todo, la enfermedad se configura como una amenaza que pone en peligro tanto la
identidad psicofísica de la persona como su vida de relación. Esta percepción puede poner en
marcha mecanismos, como la agresividad, ante un obstáculo insuperable. En otros casos,
predomina la regresión, es decir, la vuelta a formas de comportamiento y de reacción típicas de
períodos evolutivos precedentes (por ejemplo, egocentrismo, negación de la situación patológica,
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proyección –equivale a atribuir los propios sentimientos, como la ira, a los demás-), ocasionando
inactividad, aislamiento social, límite confuso entre realidad e irrealidad... etc.
Si no son profundos y duraderos, estos mecanismos son normales; de hecho son modalidades
que se ponen en marcha como estrategias transitorias ante una situación de adaptación más
estable.
La enfermedad también genera reacciones constructivas como, por ejemplo, utilizar
la agresividad para oponerse a la EM y seguir viviendo lo mejor posible, a pesar de
todo. Pero cuando ni siquiera esta estrategia es posible y la enfermedad impone cambios en la
propia vida, la única actitud constructiva consiste en la búsqueda de objetivos alternativos a los
establecidos antes de la aparición de ésta.
Muchos autores han observado las siguientes fases en el desarrollo de la comprensión y
aceptación completa de la EM:
1. Aceptación de sí mismo, el propio sujeto logra aceptar la realidad de la EM, superando la
actitud defensiva de pensar “no tengo la enfermedad, se han equivocado”.
2. Aceptación de los otros, la persona con EM también admite progresivamente que los
demás necesitan información para poder responder mejor a la nueva situación.
3. Adaptación, la persona con EM no trata de cambiar las circunstancias, sino que se
adapta.
• La relación médico-paciente
Esta relación médico-paciente no sólo contiene elementos técnicos sino también profundos
aspectos psicológicos.
Es fundamental sentir confianza en el médico; si no es así, la relación no será del todo
buena. Es preciso recordar también que el médico es humano (no es omnipotente) y tiene
interés en que las cosas vayan bien, así que la consulta resultará más productiva si obtiene la
mayor cantidad de información posible para ofrecer una ayuda concreta dentro de un clima de
respeto mutuo.
Una actitud abierta, dispuesta, y no demasiado protectora del médico hará la relación más
funcional para ambos.
3. A propósito del control de la enfermedad_________________________________
Aprender a gestionar las dificultades no es siempre sencillo. Los recursos son los instrumentos
de que disponemos y en los que podemos confiar. Disponemos de recursos individuales
(capacidad de control emocional del estrés, capacidad de resolución de los problemas) y sociales
(familia, amigos, organizaciones públicas y privadas de ayuda).
> RECURSOS INDIVIDUALES
Nuestros valores, aquello en lo que creemos, establecen los fines y los objetivos de nuestra vida
y dirigen nuestras acciones, pero a veces aparecen múltiples obstáculos que interfieren e
impiden la consecución inmediata de nuestros objetivos. Estas situaciones de frustración dan
origen al estrés.
Estrés y correlaciones fisiológicas
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En realidad, el estrés es una respuesta inespecífica del cuerpo a cualquier demanda ambiental.
Una cantidad determinada de estrés refuerza y estimula el cambio.
El estrés está presente en todas las fases de adaptación a la enfermedad; su efecto sobre el
proceso de desmielinización no está claro, aunque es posible que factores estresantes puedan
influir sobre las defensas inmunitarias. Por ello es esencial desarrollar buenas estrategias de
control del estrés que ayuden a comunicar las propias necesidades, como las que detallamos a
continuación:
1. Haga una lista de situaciones que, desde su punto de vista, podrían hacer que se
encuentre mejor psicológicamente y oblíguese a cumplir al menos una parte de éstas.
2. Establezca una estrategia para contribuir activamente a la vida social y trate de ponerla
en marcha.
3. El hecho de pedir la ayuda de un especialista no significa automáticamente estar
“enfermo” sino sólo que quiere resolver lo antes posible una situación molesta.
4. Aprenda a decir no a ciertas peticiones de modo que no se perjudique a sí mismo.
5. Haga una lista de personas en las que puede confiar y diríjase a ellas cuando tenga
sentimientos de desesperación y precise ser escuchado.
6. Impóngase una vida disciplinada y lo más tranquila posible; este es un excelente punto
de partida para mantenerse sano y físicamente en forma.
7. Cree intereses fuera de la familia de forma que no permanezca siempre en casa.
8. Tome la iniciativa en las situaciones que le impliquen en primera persona, tratando de no
soportar pasivamente la de los demás.
9. Establézcase objetivos y haga proyectos para el futuro.
Los principales episodios estresantes provocados por la EM podrían beneficiarse del
asesoramiento de un profesional de la psicología.
Capacidad para resolver problemas
Los posibles fracasos al hacer frente a los problemas no deben desalentarnos, puesto que la
capacidad de resolverlos es un proceso que se desarrolla gradualmente mediante una conducta
activa, racional y perseverante. La adopción de una conducta pasiva, esperando que los
problemas se resuelvan por sí solos o desaparezcan, limita la posibilidad de encontrar
alternativas más útiles.
A continuación se indican algunas estrategias para la resolución de problemas que se pueden
sumar a las estrategias personales que desarrolla cada uno.
1. Ante todo, aclarar en qué consiste realmente el problema.
2. Idear posibles soluciones, aún incluso las más fantásticas. La elaboración de alternativas
adicionales permite ampliar el abanico de posibles soluciones.
3. Valorar y elegir la solución que se considere mejor.
4. Poner en práctica la solución elegida.
5. Recriminar a posteriori las decisiones tomadas no sirve de nada; incluso los errores
pueden ayudarnos a crecer.
> RECURSOS SOCIALES
Sin duda, la ayuda social primaria es la familia y las personas que viven en contracto más
estrecho con nosotros. Para desarrollar al máximo este recurso es utilizar el estilo de
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comunicación más eficaz y conforme con la propia personalidad, respetando, en todo caso,
algunas reglas generales.
a. Respetar el concepto de reciprocidad. Significa intercambio mutuo: dar y recibir. Para ser
escuchados es necesario aprender también a escuchar a los demás.
b. Utilizar mensajes constructivos. Hay dos modos de comunicación: constructivo (ej.:
“Estoy luchando con muchos sentimientos que quiero compartir contigo. El hecho es que
realmente me siento poco atractiva desde que estoy enferma. Tengo miedo de perder tu
afecto y tu estima”) y destructivo (ej.: “Después de la enfermedad ya no me encuentras
atractiva”).
c. Preguntarse siempre “si este mensaje me fuera dirigido a mí, ¿construiría o rompería la
comunicación?”.
d. Manifestar claramente las necesidades propias.
e. Evitar atribuir a los demás la responsabilidad de los propios problemas.
> TÉCNICAS DE RELAJACIÓN
La complejidad de la vida social hace que, con frecuencia, el sujeto no se encuentre en
condiciones de experimentar conflictos emocionales. Cuando el estrés es muy intenso o dura
mucho tiempo, entramos en un estado de pánico que bloquea cualquier tipo de reacción y
respuesta adecuada; es entonces cuando la relajación puede convertirse en un instrumento útil
para mejorar la comunicación con el mundo exterior, controlar el estrés y conseguir el bienestar
psicofísico.
4. Trastornos cognitivos y afectivos_______________________________________
En la EM pueden aparecer trastornos de este tipo, relacionados tanto con factores orgánicos
como psicológicos. En muchos casos, estos trastornos son los que crean más ansiedad y
malestar en los individuos con EM.
Se entienden por funciones cognitivas las funciones cerebrales de orden superior (memoria,
razonamiento, aprendizaje, etc.).
Los aspectos afectivos son los procesos del ser humano implicados en la relación del individuo
consigo mismo y con los demás (emotividad, personalidad, relaciones y habilidades sociales,
etc.).
٭ TRASTORNOS COGNITIVOS
Los procesos cognitivos son los que se desarrollan a nivel cerebral y permiten la comunicación
con el mundo exterior. Las actividades cerebrales superiores posibilitan los procesos del
pensamiento y todo lo que puede referirse a la capacidad de comunicación: analizar a través de
los diversos canales sensitivos los mensajes procedentes del mundo exterior, descodificarlos,
interpretarlos y responder.
Los problemas cognitivos son difíciles de predecir y se pueden dar incluso en personas
recién diagnosticadas e independientemente de la severidad o el tipo de EM que se padezca.
Las funciones que pueden resultar afectadas principalmente por la EM son:
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● La función mnésica (memoria): Es la función cognitiva que se ve afectada con más
frecuencia y se refiere a la capacidad de recordar episodios o situaciones recientes. Los estudios
realizados por varios investigadores indican que algunos sujetos con EM son capaces de
“almacenar” información adecuadamente pero tienen dificultad para recuperarla posteriormente,
sobre todo aquélla que debe recordarse espontáneamente, sin sugerencia.
● Atención, concentración y velocidad del proceso de información: Diversos estudios han
demostrado que en algunos sujetos con EM, esta capacidad puede estar reducida. Con
frecuencia, estas personas se quejan de una sensación de pensamiento “lento” y de “perder el
hilo” de lo que están haciendo si son interrumpidos.
● Algunas veces el razonamiento abstracto y la capacidad para resolver problemas
complejos también resultan deficitarios. Estas capacidades incluyen la de analizar una situación,
identificar los puntos destacados, planificar las acciones de respuesta y realizarlas.
● La fluidez verbal es otra función cognitiva que puede estar afectada por la EM. Una de
sus manifestaciones es el fenómeno de la palabra que se queda “en la punta de la lengua”.
Cuando estos fallos afectan a la persona con EM, muy frecuentemente es preciso
desarrollar estrategias compensatorias que permitan manejar los cambios y
continuar con la vida de una forma más efectiva.
Ideas que pueden ayudar para afrontar los problemas cognitivos:
- Hable del tema con alguien de confianza o con el médico cuando note que se están
produciendo cambios cognitivos.
- Explique su dificultad a la gente, reconozca sus límites y, si es necesario, pida ayuda.
- Utilice todos sus recursos, sus puntos fuertes y desarrolle sus propias técnicas de
autoayuda.
- No divida su atención.
- Planifíquese, organícese y marque su propio ritmo.
- Use herramientas como agendas, calendarios, cuadernos...
- Relájese, tenga sentido del humor y crea en sí mismo.
٭ TRASTORNOS AFECTIVOS
Este tipo de trastornos están representados principalmente por:
1. La depresión : es el cuadro psicopatológico más frecuente en la EM (35% de los
afectados por EM aproximadamente). No resulta fácil establecer la relación recíproca entre
depresión y EM, ya que existen muchas interpretaciones (que es una reacción a la enfermedad,
que está presente antes del diagnóstico, que tiene origen biológico...etc).
Las personas con EM pueden disponer de recursos psicológicos adecuados con los que
contrarrestar la depresión, aunque a veces el apoyo psicológico resulta de gran ayuda.
2. El estado eufórico (alegría aparentemente inmotivada): se manifiesta en menos del
15% de los afectados y está caracterizada por un estado de ánimo especialmente alegre, con
pensamiento acelerado y desinhibido, hiperactividad mímico-gesticulante, ofreciendo una
representación de alegría inmotivada, de excitación motora, con tendencia a ignorar la gravedad
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de los trastornos. Otra alteración de la afectividad que se puede presentar son los denominados
“risa y llanto espásticos”, caracterizados por accesos espontáneos de risa y llanto que no reflejan
necesariamente el humor de la persona en ese momento.
3. La ansiedad : aparece en muchas ocasiones en que las dificultades de la vida cotidiana
del paciente manifiestan un empeoramiento de la enfermedad, aunque sea leve, creando una
reacción ansiosa ante el temor de una evolución incierta.
Desde el punto de vista terapéutico, los trastornos afectivos pueden tratarse de dos
formas, con mucha frecuencia asociadas: psicoterapia y tratamiento farmacológico.
5. La familia_________________________________________________________
- La reacción de la familia
Una enfermedad crónica, como la EM, provoca inevitablemente modificaciones
causadas por los posibles cambios de los papeles familiares.
La persona con EM que antes de la enfermedad desarrollaba un papel activo se identifica en
ocasiones únicamente como el familiar enfermo. Este cambio de papel exige necesariamente una
adaptación por parte de todos los demás componentes de la familia (ej.: las tareas desarrolladas
previamente por el sujeto con EM deben ser realizadas por otro) poniendo en peligro la
estabilidad emocional y de relaciones de la familia.
En líneas generales, podemos identificar algunas formas de reacción de la familia frente a la
enfermedad. Algunas son de carácter destructivo y otras son constructivas.
MODALIDADES DESTRUCTIVAS
► Rechazo y agresividad- La familia no logra soportar el peso de la enfermedad que se
considera como un peligro para su integridad y supervivencia: por ello tiende a expulsar o
rechazar al sujeto enfermo “poniéndolo a un lado”. Es una respuesta provocada por miedo a
enfrentarse con la enfermedad y la ansiedad que ésta provoca.
► Reacciones regresivas de cierre y de aislamiento social del núcleo familiar- Cuando se habla
de regresión se entiende una forma de respuesta a las situaciones típica de períodos evolutivos
precedentes. En el caso de que toda la familia adopte esta modalidad de reacción se observa un
aislamiento progresivo de la realidad y del mundo circundante. Se suele dar en familias muy
unidas.
► Reacciones regresivas que consisten en poner al enfermo en una situación de dependencia-
La respuesta del núcleo familiar a esta situación puede ser equilibrada o excesiva. En el primer
caso, los familiares intervienen en ayuda del sujeto cuando es estrictamente necesario; en el
segundo, tienden a manifestar una actitud hiperprotectora, limitando o anulando la
independencia psicológica del sujeto, al que no se le ofrece ya la ocasión de asumir funciones de
responsabilidad. A veces, esta reacción de hiperprotección de los familiares puede verse
favorecida por la propia conducta del sujeto.
MODALIDADES CONSTRUCTIVAS
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En estos casos, la familia consigue medir su ayuda, sostener, sin invadir, las emociones del
familiar, sin obligarle a adoptar un papel de dependencia o exigirle prestaciones superiores a sus
posibilidades.
En general, estas modalidades de reacción se ven favorecidas en los contextos familiares en los
que no existen conflictos en las relaciones anteriores a la enfermedad.
Una buena actitud de la familia facilita al sujeto la recuperación de su autonomía.
- Comunicación con la pareja
Los aspectos relacionados con la insatisfacción en la relación con la otra parte se refieren
muchas veces a los estilos de comunicación y a los papeles asignados en la pareja. Tanto si el
modelo utilizado es el “simétrico” (posibilidad de intercambio de los papeles) o bien
“complementario”, basado en las expectativas tradicionales de los papeles masculino-femenino,
la EM puede influir en la relación de pareja.
El compañero muchas veces se vuelve hiperprotector hacia el miembro enfermo. El
desconocimiento concreto de las expectativas, las necesidades, las emociones de la otra parte en
relación con la enfermedad y de las trasformaciones consiguientes conlleva la evitación de una
comunicación franca y honesta, desplazando el problema verdadero hacia falsas recriminaciones,
quizá adormecidas desde hace años.
Será positivo que la comunicación se base en algunas reglas fundamentales:
- Utilizar mensajes constructivos
- Respetar la individualidad del compañero, reconociéndole el derecho a tener
sentimientos , emociones, necesidades y expectativas propios. Esto significa
utilizar una escucha activa, que ofrece la posibilidad a ambos miembros de la
pareja de comunicarse y expresarse sin inhibiciones.
La EM puede afectar a la función sexual tanto de los hombres como de las mujeres, tanto por
mecanismos de naturaleza psicológica como mediante la lesión orgánica causada por las placas.
Como los demás síntomas, los trastornos sexuales pueden manifestarse y luego desaparecer.
Hablar abiertamente de los propios problemas sexuales y trabajar juntos para encontrar otras
formas de dar y recibir placer permite a muchas parejas disfrutar de una vida sexual
satisfactoria.
- Comunicación con los niños
También los niños muy pequeños perciben las modificaciones físicas y psicológicas de sus
padres. Notan con mucha perspicacia las preocupaciones de los padres aun cuando luego no
manifiesten abiertamente la ansiedad que esto les provoca. Algunas veces, los niños creen ser la
causa del malestar de los padres, o bien no quieren agravar el clima familiar, ya tan tenso, con
sus dificultades y temores. Por estas razones es necesario animarles a manifestar lo que
sienten; esta medida también ofrece la posibilidad de aclarar algunos aspectos de la
enfermedad que, de otro modo, serían mal entendidos y mal interpretados.
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El hecho de evitar hablar de la EM a los niños puede darles la idea de que es una enfermedad
tan terrible que no se puede hablar de ella. Devolver la fe y la serenidad a los propios hijos
puede evitar, en el plano afectivo, conductas mucho más problemáticas.
6. Discapacidades y ayudas_____________________________________________
La EM puede provocar una incapacidad de magnitud variable en cada caso. Con este término se
entiende la imposibilidad o la dificultad por parte del sujeto afectado para realizar tareas que
desempeñaba anteriormente sin ningún problema.
Cuando el trastorno es leve, pueden utilizarse los mismos objetivos empleando distintas
estrategias o recursos (como establecer pausas de descanso al realizar una labor). Cuando la
dificultad es mayor es preciso el uso de ayudas técnicas, es decir, objetos que tienen la misión
de facilitar a la persona algunas actividades que, de lo contrario, no estaría en condiciones de
realizar o que desarrollaría con dificultades.
Con frecuencia, los motivos que justifican la falta de uso de este tipo de ayudas son
exclusivamente prácticos (incomodidad, escasa adaptación a las exigencias del enfermo) pero en
realidad, ocultan otras mucho más profundas: la falta de aceptación de la enfermedad por parte
de la persona afectada o de sus familiares, el temor a ser el centro de atención, de ser juzgados
negativamente o incluso ser objeto de comentarios. Estos casos requieren una profundización
personal, realizada quizá con ayuda de un psicólogo.
¿QUÉ SIGNIFICA EL TÉRMINO “SABER VIVIR CON EM”?
Cada persona le da un significado distinto a esta pregunta. A continuación damos
algunos consejos generales:
- Hay que cuidarse (comer bien, practicar ejercicio y procurar descansar lo
suficiente).
- Se debe controlar el bienestar emocional; buscar personas con quien hablar,
compartir sentimientos y que puedan ofrecer soporte, puede resultar de gran
ayuda.
- La EM es individual; algunas personas consideran de mucha ayuda hacer un
diario y anotar lo que les pasa y cuándo pasa.
- Hay que vivir el “día a día”; la EM es incierta en cuanto a la evolución, por ello
es mejor concentrar los esfuerzos en el día de hoy y no pensar en problemas
que puedan surgir al día siguiente.
- Un principio interesante para la buena comunicación es: “las necesidades no
se adivinan; se informan, se dicen claramente”.
- Es aconsejable examinar prioridades personales e intentar incorporar la EM en
la visión del mundo, de acuerdo con los propios valores.
*Se recomienda acudir a las organizaciones de EM para conseguir información, referencias y
soporte, además de beneficiarse de su oferta de servicios a disposición de las personas con EM
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