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Información de carácter general
Sopesar los pros y los contras de administrar suplementos dietéticos requiere una comprensión básica del papel del sistema inmune en la EM.
En la esclerosis múltiple, el sistema inmune daña activamente a la mielina, que es el revestimiento protector de los nervios del sistema nervioso central. La mayoría de los tratamientos intentan regular el sistema inmune. Todos los suplementos se deben considerar a la luz de sus posibles efectos potenciales sobre el sistema inmune.
En principio, estimular el sistema inmune puede ser peligroso y depleccionarlo beneficioso. Los suplementos que se suponen pueden mejorar la función inmune pueden ser la peor opción para las personas con esclerosis múltiple.
Al ser una enfermedad tan variable, lo que puede funcionar muy bien para una persona no tiene por qué en otra.
La dosis es muy importante; una cantidad pequeña de ciertos suplementos puede ser útil mientras que cantidades superiores pueden ser peligrosas para la salud.
Las Vitaminas
Las vitaminas son sustancias sin contenido calórico necesarias para mantener la salud. A excepción de la vitamina D, debemos obtenerlas de fuentes dietéticas.
La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos ha elaborado un listado de vitaminas con la cantidad mínima de cada una que debemos obtener de nuestra dieta. Mayor ingesta de vitaminas no es beneficioso; hay que tener en cuenta que el equilibrio es fundamental, una alta concentración de una vitamina puede suponer un déficit de otra. Las fuentes dietéticas de vitaminas como las frutas y verduras son preferibles a los suplementos.
Las vitaminas de mayor importancia en las personas afectadas de esclerosis múltiple son las siguientes:
- Vitamina D.
- Vitaminas antioxidantes.
- Vitamina B12
- Vitamina D
Las fuentes dietéticas de vitamina D están en el pescado, productos lácteos y cereales. La vitamina D se produce en la piel en respuesta a la luz solar. Debido a esto, la producción se encuentra limitada por la localización geográfica, la pigmentación de la piel y la estación del año. Algunos investigadores han estudiado grupo de poblaciones y han sugerido que hay una correlación entre los niveles bajos de vitamina D y esclerosis múltiple.
Estudios realizados indican que la vitamina D puede intervenir en el sistema inmune, aunque no hay nada concluyente. Un papel importante de la vitamina D se encuentra en el aumento de la densidad ósea. Las personas afectadas de EM tienen más probabilidad de padecer osteoporosis, sobre todo si concurren los siguientes factores de riesgo:
- Mujer.
- Actividad física disminuida.
- Exposición al sol disminuida.
- Tratamiento frecuente con corticoides
Las personas con estos factores de riesgo deberían considerar realizarse pruebas de densidad ósea y tomar suplementos de vitamina D y calcio.
La cantidad recomendada de vitamina D es de 200 – 600 UI /día. Dosis mayores a 2000 UI pueden causar efectos tóxicos y no deben ser utilizadas a menos que sean prescritas por su médico.
Vitaminas antioxidantes:
- Dentro de las vitaminas antioxidantes tenemos la vitamina A, la vitamina C y la E. Las encontramos generalmente en frutas y verduras.
- Hay estudios que sugieren que los antioxidantes pueden ser beneficiosos, pero no hay nada concluyente.
Vitamina A:
- La vitamina A es fundamental para la visión y proporciona un crecimiento normal del cuerpo. Es liposoluble (soluble en grasa) y nos la encontramos en el hígado, huevos y aceite de hígado de bacalao. Se acumula en el cuerpo y niveles altos pueden ser perjudiciales.
- En general, no deberíamos ingerir más de 15.000 UI / día, pues puede resultar tóxica.
- En caso de embarazo esta dosis se debe reducir a 10.000 UI.
- Las mujeres embarazadas pueden obtener la vitamina A en forma de beta carotenos en la fruta y verdura.
Vitamina C:
- La vitamina C o ácido ascórbico juega un papel importante en el mantenimiento de la salud. Se encuentra disponible en gran cantidad de alimentos, sobre todo en los cítricos y en el tomate.
- La dosis ideal es de 60 miligramos diarios en ambos sexos y en el caso de ser fumador hay que incrementarlo en 35 miligramos.
- Hay una creencia de que mayores dosis de vitamina C acidifica la orina y existe menor riesgo de padecer infecciones urinarias. Dosis altas de vitamina C pueden provocar diarrea y deterioro renal.
Vitamina E:
- La vitamina E impide el deterioro de las membranas celulares. Se obtiene de aceites vegetales, frutas, verduras, nueces y carne. La cantidad ideal es de 22.5 UI y estas necesidades se ven incrementadas en el caso de dietas ricas en ácidos grasos poliinsaturados: 0.6 – 0.9 adicional por gramo adicional de ácido graso poliinsaturado.
- Muchos pacientes incrementan en su dieta los ácidos grasos poliinsaturados con la creencia de ser beneficioso para la EM.
Vitamina B12:
- Se encuentra en huevos, carne, aves de corral, crustáceos y en los productos lácteos.
- La cantidad recomendada es de 2.4 microgramos / día. Importante para la producción de glóbulos rojos y la adecuada función del sistema nervioso. Una deficiencia en vitamina B12 produce síntomas neurológicos similares a los producidos en la esclerosis múltiple.
- Se encuentra un parentesco entre vitamina B12 y EM. Las personas afectadas de EM tienen niveles más bajos de vitamina B12 que la población sana.
- Administrar suplementos de vitamina B12 a toda la población con EM sería una equivocación. Lo ideal es que mediante un análisis de sangre se comprobara los niveles de vitamina B12 y dar suplemento sólo en caso de ser necesario.
Minerales
Selenio:
- Es un mineral con efecto antioxidante. Es difícil determinar el efecto en los pacientes de EM. Algunos estudios indican que hay un nivel bajo de selenio en la EM y se ha especulado sobre los efectos beneficiosos de un suplemento de este mineral. Un estudio realizado en animales de laboratorio apunta a todo lo contrario. Además, un incremento de selenio puede estimular el sistema inmune y ser perjudicial para la salud.
- El selenio se encuentra en pescados, legumbres, cereales, carnes magras y productos lácteos.
- La cantidad diaria recomendada es de 55 microgramos. Los pacientes de EM sólo lo deben tomar con moderación.
Calcio:
- Importante en la formación de los dientes y huesos y en la regulación de muchos procesos fisiológicos. Es el mineral más abundante del cuerpo. Se encuentra en cantidades importantes en los productos lácteos, huevos y vegetales verdes.
- Hay una vieja hipótesis que relaciona la alta toma de lácteos durante la niñez y la supresión durante la adolescencia con la aparición de EM. No hay ninguna evidencia de ello.
- Es importante la toma de calcio por el riesgo aumentado de osteoporosis que tienen los pacientes de EM.
- Lo ideal es la toma de 1.000 mg de calcio al día y evitar cantidades diarias superiores a 2.500 mg.
Cinc:
- Es un mineral que juega importantes papeles en muchos procesos del organismo. Hay estudios que sugieren que el cinc puede activar el sistema inmune y agravar la EM.
- Aunque no hay nada demostrado, es conveniente evitar dosis superiores a 10 – 15 mg / día.
Herboristería
Con la palabra hierba nos referimos a una planta o parte de una planta usada con fines medicinales. El uso de hierbas puede ser beneficioso pero también puede ser perjudicial.
Para minimizar los riesgos hay que utilizarlas con cautela. Las hierbas contienen muchos elementos químicos y sus efectos en el cuerpo no han sido determinados.
Las hierbas más utilizadas son:
Ginko Biloba:
Especie de árbol utilizado en China con propósitos medicinales desde hace miles de años. Hay alguna evidencia que el Ginko mejora la función cognoscitiva en personas mayores con demencia leve – moderada.
El Ginko es antioxidante y puede provocar un descenso en la actividad de ciertas células inmunes.
En estudios con animales de laboratorio ha demostrado una mejoría en el proceso de EM. En dos estudios con humanos, en uno de ellos producía mejoría y en otro no se demostró nada.
El consumo de Ginko no provoca efectos secundarios serios, excepto en el caso de problemas de coagulación. En caso de estar tomando medicación anticoagulante o si va a ser sometido a una intervención quirúrgica, consulte con su médico.
Echinacea:
Es una hierba extremadamente popular, nativa de Norteamérica, de la familia de las margaritas. De las tres especies conocidas, la más estudiada es la Echinacea purpúrea.
Es generalmente utilizada en las crisis de la enfermedad, pues puede ser útil en la duración e intensidad de los síntomas. No hay estudios serios que lo demuestren. El problema es que la Echinacea puede estimular el sistema inmune aunque en los pacientes con EM es un riesgo teórico.
Hierba de San Juan (St. John Wort):
Su nombre científico es Hypericum perforatum. Se conoce también como hipérico, hierba de San Juan y Corazoncillo de San Juan. Todas las partes de la planta por encima de la tierra se usan. Estas se recogen mientras la planta está floreciendo.
Esta hierba se ha usado tradicionalmente para tratar moratones, quemaduras, y depresión o ansiedad leve.
Al haber una alta incidencia de depresión en los pacientes de EM, esta planta puede ser de gran utilidad, pero tiene que ser evaluada por su médico, pues puede interaccionar con otras medicaciones.
Valeriana:
Puede ser útil como inductor del sueño, bien tolerado, sus efectos inmunes no han sido estudiados.
Ginseng:
Utilizado por su utilidad para aumentar la actividad física y resistencia a la fatiga. Puede ser de gran utilidad en la EMaunque algunos estudios sugieren que puede estimular el sistema inmune.
Cranberry:
Se utiliza su fruto maduro para prevenir o tratar las infecciones del tracto urinario. Hay estudios que sugieren que podría tener un efecto directamente bactericida (mata la célula). Tiene muy pocos efectos secundarios por lo que su uso puede ser recomendable para evitar las infecciones urinarias, pero no para su tratamiento, que requiere administración inmediata del antibiótico adecuado.
utrición
Una dieta equilibrada puede ayudar a mejorar la calidad de vida, reducir al mínimo la fatiga y las infecciones.
No tiene que ser restrictiva, difícil ni costosa.
Una dieta equilibrada debe contener todos los alimentos necesarios. Hay cuatro grupos de alimentos y cada día debemos intentar comer de los cuatro.
Proteínas
Son importantes para proporcionar energía y para el mantenimiento del tono muscular. Los alimentos ricos en proteínas son: carne magra, pescados, verduras frescas y productos lácteos. Hay que intentar comer 2-3 porciones diarias.
Hidratos de carbono
Proporcionan energía y deben ser la base de la dieta. La fibra ayuda a realizar una buena digestión y reducir al mínimo el estreñimiento. Las fuentes más importantes de carbohidratos las encontramos en el pan, la harina integral, cereales (trigo, avena, maíz, etc.), pastas y arroz, patatas, etc.
Productos lácteos
Son una fuente de calcio, proteínas y vitaminas A, D, E y B (especialmente ácido fólico y B12), pero son ricos en ácidos grasos saturados, que elevan los niveles de colesterol, por lo que es preferible consumirlos desnatados.
Frutas y verduras
Son fuente importante de vitaminas A, C y E (antioxidante) y minerales tales como potasio, magnesio y calcio. Coma 5 porciones de fruta y verduras frescas cada día. Los alimentos congelados son una alternativa válida. Procure no cocer en exceso la verdura para no destruir las vitaminas y minerales.
Con respecto a las grasas
Cantidades pequeñas de grasa son importante fuente de energía. Hay tres tipos, pero todas tienen el mismo contenido en calorías:
- Saturadas: asociadas a altos niveles de colesterol. Se encuentra principalmente en los productos animales: productos lácteos y carne. Procurar no consumir en exceso.
- Monoinsaturadas: también muy ricas en colesterol. Se encuentra básicamente en aceite de oliva, aguacates y frutos secos.
- Poliinsaturadas: principalmente en aceites vegetales y semillas, pescados y aceites de pescado. Intente comer preferentemente este tipo de grasas.
Todas las grasas son ricas en calorías, por lo que las personas obesas deben limitar su consumo.
Recomendaciones generales
- Coma tres veces al día en intervalos regulares
- Coma una variedad amplia de alimentos de cada uno de los grupos recomendados, en cantidades moderadas.
- Sustituya los alimentos ricos en grasas o azucarados por las alternativas que hay en el mercado. Para cocinar es mejor al vapor, la parrilla, cocer o el horno en lugar de freír. Elimine la grasa de la carne.
- Coma alimentos ricos en fibra.
- Coma 5 porciones de fruta y verdura al día.
- Beba abundantes líquidos: 2 litros, preferentemente agua.
La fatiga es un síntoma muy frecuente en la EM:
- Evite las actividades innecesarias.
- Organice el espacio y los materiales para ahorrar energía.
- Aprenda buenos hábitos posturales.
- Ahorre energía en la cocina:
- Buena iluminación y ventilación
- Utilice, siempre que sea posible, todos los electrodomésticos ahorradores de trabajo.
- Utilice el microondas (rápido y limpio).
- Siéntese siempre que sea posible mientras prepara los alimentos.
- Prepare el doble de cantidad y congele la mitad.
- Organice la cocina de modo que los utensilios y los ingredientes estén al alcance de la mano.
En ocasiones resulta fatigoso realizar una comida completa; en este caso realice un mayor número de comidas de poca cantidad.
La fruta fresca es el alimento más conveniente, por su calidad y es fácil de comer. Elija alimentos almidonados (carbohidratos) como los cereales, las pastas o la patata cocida o asada. Procure evitar los alimentos procesados, las galletas y la bollería procesada que suelen ser ricas en grasas saturadas y escaso valor alimenticio. Utilice las alternativas bajas en grasas y en azúcar que se encuentra en el mercado.
Cuando las existencias de energía son limitadas una buena utilización y provecho de ella es fundamental. Necesitamos energía para el cuidado personal, trabajar, estudiar, mantener un hogar, criar una familia, desplazarnos, tener relaciones afectivas y dar y recibir apoyo emocional.
Parte de la energía que disponemos se gasta en actividades imprescindibles y otra parte hay que reservarla para emergencias. Parte de la energía se consume con el estrés; el estrés no es malo, simplemente hay que tenerlo en consideración.
Determinadas actividades sólo las puede realizar usted, pero hay otras que puede supervisar y otras pueden ser delegadas.
Pida a sus familiares colaboración y déjeles escoger lo que pueden realizar y cuando realizarlo.
No tema pedir ayuda ni se sienta incapacitado, nadie es realmente independiente de otras personas, todos necesitamos colaboración y ayuda.
Es difícil abandonar la supuesta independencia y aceptar la realidad de la interdependencia. Es importante conocer de antemano qué tareas son las que usted va a requerir ayuda y estará más capacitado para pedirla.
Amigos, compañeros o vecinos están deseando ayudar y no saben cómo; facilíteselo.
Divida cada tarea en partes pequeñas y analice cuales son imprescindibles y cuales podemos dejar.
Analice donde realizar la tarea, cree centros de trabajo que tenga todas las cosas que usted necesite y que han de permanecer allí para ser utilizadas de nuevo. Seleccione la altura de las áreas de trabajo.
Reduzca los niveles de estrés con la ayuda de buena luz, ventilación, música de fondo y colores alegres.
Elabore un horario; asigne tiempos para el cuidado personal y periodos de descanso. Decida qué tareas hay que realizar todos los días, cuales son mensuales. Semanales o estacionales. Procure que la cantidad de trabajo esté uniformemente repartido a lo largo de la semana.
Las horas en que realice sus actividades las decide usted. No tenga problema si desea hacer la compra tarde o a unas horas consideradas intempestivas.
Planifique con antelación sus periodos de descanso (10 minutos cada hora) y no los considere dentro de su tiempo de ocio; descanso quiere decir no hacer nada.
Trabaje con ambas manos si es posible, adopte movimientos suaves y continuos. Procure deslizar los objetos en vez de levantarlos.
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